Nacimiento de Gilberto Bosques Saldívar  Salvó la vida de miles de personas refugiadas del franquismo y durante la Segunda Guerra Mundial.  Precursor de la Revolución Mexicana
“Gilberto Bosques Saldívar fue un incansable defensor de la dignidad de las personas, pero sobre todo de las y los perseguidos durante el fascismo y nazismo en la Segunda Guerra Mundial. Se estima que salvó alrededor de 40 mil personas de prisión, tortura y muerte, con lo cual escribió algunas de las más brillantes páginas de la diplomacia mexicana.”
Nashieli Ramírez Hernández
Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México

 

El 20 de julio de 1892, en Chiautla de Tapia, Puebla, nace Gilberto Bosques Saldívar. Sus padres fueron Cornelio C. Bosques y María de la Paz Saldívar. Fue un profesor, periodista, político y diplomático mexicano, pero sobre todo una persona con gran vocación pedagógica. Participó en la rebelión de Aquiles Serdán en 1910. Tras el triunfo de la revolución se hizo político. Fue cónsul general de México en París, Bayona y Marsella (1939 a 1944), posición desde la que ayudó a más de 40,000 refugiados de distintas nacionalidades y credos, para que muchos de los perseguidos por el nazismo pudiesen cruzar el Atlántico y escapar de la muerte, el político y diplomático Gilberto Bosques les ofreció residencia y nacionalidad mexicana .[1]

Gilberto Bosques en 1904 dejó su pueblo natal para ir a la capital poblana, con la intención de estudiar para maestro de educación primaria en el Instituto Normalista de Puebla, formación que interrumpió en 1909 para participar en el movimiento revolucionario. En 1910 colaboró con el levantamiento de Aquiles Serdán y sus hermanos, y en 1913 formó parte y dirigió un sector estudiantil y magisterial contra Victoriano Huerta. Unos años después, organizó y compartió el mando del Cuerpo de Voluntarios de San Carlos para oponerse a la invasión estadounidense al puerto de Veracruz. Al servicio del constitucionalismo, siguió a Venustiano Carranza hacia ese mismo puerto (1914-1915) [3]. En 1916, coordinó y presidió el Primer Congreso Pedagógico Nacional, en Santa Ana Chiaitempan, Tlaxcala, donde se planteó una importante reforma educativa, antecedente del artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos .[2]

Tras el triunfo de la revolución, Bosques Saldívar ingresó a la política y la administración pública, primero a nivel local, en Puebla, y después a nivel federal. Fue contestatario ante los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, y uno de los hombres de confianza de Lázaro Cárdenas [3]. Dentro de la Secretaría de Educación Pública (SEP) realizó diferentes funciones, entre ellas la jefatura de Enseñanza Técnica para Mujeres (1932-1934), y dentro del mismo periodo fue profesor y jefe de clase de lengua española en la Escuela Superior de Construcción. Entre 1934 y 1937 fue diputado federal por el distrito de Chiautla de Tapia-Acatlán de Osorio, impulsando, precisamente, la reforma al artículo 3 constitucional .[4]

Por otro lado, también se desarrolló como periodista y director e impulsor de diversos medios impresos. En 1925, con José Vasconcelos creó la Imprenta Aztlán, donde se publicaron La Antorcha, El Gladiador, El Libertador, Sonido 13 y El Machete. Este último rotativo fue la publicación oficial del Partido Comunista Mexicano. Asimismo, en 1930 fue fundador y jefe de redacción de Economía Nacional, revista mensual de estudios económicos. A continuación, un fragmento de un artículo sobre la revolución que, en 1931, publicó aquí :[5]

La Revolución Mexicana se ha integrado hasta 1931 en cuatro etapas fundamentales. Estas cuatro etapas revolucionarias las presentaremos con el laconismo de un esquema en que los límites no se precisan, porque, tratándose de fenómenos sociales complejos, matizados y cruzados de corrientes diversas, no se suceden de modo que al final de una etapa surja el principio de otra. Entre las cuatro no pueden fijarse líneas divisorias; fluyen todas y coinciden en márgenes mayores, a medida que ensanchan sus esferas y abarcan más realidades vitales; las cuatro se completan y no han cerrado aún el círculo de su realización.

A Gilberto Bosques Saldívar, el presidente Lázaro Cárdenas lo nombró Cónsul General de México en Francia, justo cuando la República Española caía ante el franquismo y la guerra caía sobre de Europa, desempeñó el cargo entre 1939 y 1944 ante esas circunstancias su primera preocupación fue ayudar a los connacionales inmersos en el conflicto de la segunda guerra mundial, pero pronto decidió proteger también a otros grupos, a republicanos españoles que huían del franquismo y los judíos y personas en peligro ante la intervención de la Alemania Nazi en aquel país [6]. Fue tanta la afluencia de refugiados que buscaban una visa mexicana que el diplomático tuvo que alquilar dos castillos (el de Reynarde y el de Montgrand) para convertirlos en centros de asilo mientras se arreglaba su salida hacia México. Así, durante su gestión logró liberar del régimen fascista a miles de judíos, españoles, franceses, libaneses e italianos; emitió alrededor de 40 mil visas a mujeres y hombres para migrar a México, pero también tuvo que hacer frente al hostigamiento de las autoridades pro alemanas, del gobierno Franquista y del espionaje de la Gestapo, y de los diplomáticos japoneses.

Finalmente, México rompió las relaciones diplomáticas con Francia y el Cónsul Bosques presentó la nota de ruptura. Inmediatamente después las tropas de la Gestapo alemana tomaron el consulado, y confiscaron ilegalmente el dinero de la oficina. En tanto que el Consul Gilberto Bosques, su esposa y sus tres jóvenes hijos, y el personal del consulado, 43 personas en total, fueron trasladados hasta la comunidad francesa de Amélie-les-Bains en los Pirineos Orientales. Después, violando las normas diplomáticas, se les llevó a Alemania, al pueblo Bad Godesberg, y se les recluyó en un "hotel prisión".

Cuando Gilberto Bosques regresó a México en abril de 1944. Fue recibido por miles de refugiados españoles que lo esperaban en la estación del ferrocarril de la ciudad de México para recibirlo.

Su gran labor humanitaria es reconocida a nivel internacional, pues gracias a él miles de personas encontraron refugio e iniciaron una nueva vida. Con su misión personal, la cual cumplió con toda pasión y conciencia, hizo “deber de la política exterior mexicana salvar a cuanto refugiado antifascista tocara las puertas del consulado mexicano”. Después de la caída del nazismo, fue ministro extraordinario y plenipotenciario en Portugal (1945-1949) y en Suecia y Finlandia (1949-1953). Además, fue embajador en Cuba entre 1953 y 1964 .[7]

Gilberto Bosques Saldívar falleció el 4 de julio de 1995 en la Ciudad de México: tenía 102 años. En 1988, su nombre había sido grabado con letras de oro en el recinto del H. Congreso del Estado de Puebla, pero después de su muerte el reconocimiento a su humanismo continuó, como muestra la creación, en 2013, del Premio en Derechos Humanos “Gilberto Bosques”, en ocasión de los cincuenta años del Tratado de Eliseo. Fue impulsado por las embajadas de Francia y Alemania en México .[8]


[1] https://centrogilbertobosques.senado.gob.mx/inicio/gilberto
[2] https://www.congresopuebla.gob.mx/docs/transparencia/publicaciones/ENSAYOGBSOK.pdf
[3] http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Agencia-de-Noticias/2019/Junio/10/2331-Gilberto-Bosques-digno-representante-de-la-diplomacia-mexicana-a-80-anos-del-Exilio-Espanol
[4] https://www.congresopuebla.gob.mx/docs/transparencia/publicaciones/ENSAYOGBSOK.pdf
[5] https://www.congresopuebla.gob.mx/docs/transparencia/publicaciones/ENSAYOGBSOK.pdf
[6] https://cultura.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/0336-18
[7] https://www.gob.mx/sre/prensa/la-secretaria-de-relaciones-exteriores-honra-la-memoria-de-don-gilberto-bosques-saldivar?idiom=es
[8] https://piensadh.cdhdf.org.mx/images/publicaciones/otras_publicaciones/2010_Gilberto_Bosques.pdf

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