Oriana Fallaci  Activista, escritora y periodista italiana. 1ª mujer corresponsal de guerra de su país, víctima y denunciante de la masacre del 68 en México.   Nacimiento 29 de junio
“Soy ante todo y sobre todo una persona de bien. En mi vida no hay manchas. Nunca he hecho marranadas, ni he cometido traiciones ni perfidias. He sido dura, pero lo he sido con los demás en la misma medida que conmigo misma. La persona con la que soy más dura, menos indulgente y más implacable es precisamente Oriana. Siempre me veo defectos y por ello me castigo. ¿Qué defectos? Un exceso tal de rigor que puedo llamarlo maniqueísmo.”
Oriana Fallaci
Activista, escritora y periodista

 

Oriana Fallaci nació el 29 de junio de 1929 en Florencia, Italia. Fue una activista, escritora y periodista italiana. La primera mujer italiana corresponsal de guerra. Escritora de doce libros, vendió veinte millones de ejemplares en todo el mundo. Como periodista ganó un gran prestigio internacional, especialmente por sus entrevistas a personajes famosos.[1]

Cursó estudios medios en el liceo clásico Galileo. Consiguió becas para ingresar en la Facultad de Medicina. Tan solo algún tiempo después, animada por su tío Bruno, que era periodista y director de algunos semanarios, dejó los estudios de medicina y empezó a trabajar para el “Mattino dell’Italia centrale”, periódico de inspiración cristiana. Sin embargo, fue despedida del periódico porque se negó a escribir un artículo a favor de Palmiro Togliatti (Secretario General del Partido Comunista Italiano), como le había ordenado el Director. En los años 50 comenzó a colaborar en L’ Europeo. A pesar de que Oriana soñaba con escribir sobre política, en aquel lugar le encargaban los espectáculos. Al conseguir un puesto fijo en el periódico se mudó a Milán y se especializó en el mundo cinematográfico.[2]

Oriana Fallaci cubrió como reportera de guerra, los conflictos en Vietnam, India, Pakistán, Oriente Medio y Latinoamérica. Después de su trabajo en Vietnam, viajó a la Ciudad de México. Cubrió la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas. En su libro Nada y así sea, dejó constancia de la jornada cruenta que viviría junto a los estudiantes. En su crónica, la autora compara las semejanzas entre dos hechos que parecieran de naturaleza diferente: una guerra entre una potencia y un país periférico (Estados Unidos versus Vietnam), y una revuelta estudiantil “contenida” por el sistema político mexicano mediante dos cuerpos de seguridad, la milicia a través del Batallón Olimpia y la policía. Con la experiencia de Vietnam a cuestas, equipara la matanza con una guerra, como ella misma califica: “Después viene el otoño con las Olimpiadas en la Ciudad de México, y llegas a aquella matanza, una matanza peor que cualquier matanza que hubiese visto en la guerra".[3]

La noche del 2 de octubre, Fallaci fue sometida por el Batallón Olimpia y resultó herida en la espalda con tres impactos de bala. Durante varios minutos permaneció en medio de su propia sangre y, creyéndola muerta, fue trasladada a la morgue, apilada junto con los cadáveres de algunos de los estudiantes masacrados por las fuerzas del gobierno mexicano. Poco después fue trasladada al Hospital Francés donde fue intervenida quirúrgicamente. A unos días de la masacre, en ese octubre de 1968, desde el Hospital Francés, la periodista italiana plasmó por escrito su experiencia:[4]

“No, no voy a dar ninguna entrevista, ninguna, no después de lo que me pasó; me han disparado, me han robado mi reloj, me dejaron desangrarme ahí en el suelo del Chihuahua, me negaron el derecho a llamar a mi Embajada.”

Algunos años más tarde, en 1998 Oriana Fallaci escribió una carta a Ricardo Cantú Garza, presidente de la Comisión Especial de Investigación sobre los hechos en Ciudad de México del 1968, aplaudiendo —con dudas— sobre los resultados de dar a conocer a responsables y vendidos que intentaron minimizarla.[5]

Más de veinte millones de copias de sus libros demuestran que lo hacía bien. Era capaz de conectar con lectores de todo el mundo. Como ejemplo de ellos encontramos: ‘Los siete pecados capitales de Hollywood’. A él le seguirían ‘El sexo inútil’ (donde combate los estereotipos femeninos); ‘Penélope en la guerra’ (que narra un tórrido ménage à trois); ‘Nada y así sea’ (sobre la guerra de Vietnam); ‘Entrevista con la historia’, ‘Carta a un niño que nunca nació’ (una reflexión sobre la maternidad, pese a que perdió el niño) e ‘Inshallah’ (‘lo que Dios quiera’, traducido de manera ajustada).[6]

En los años noventa Fallaci se recluyó en su departamento de Manhattan para luchar contra un cáncer de mama. Pero, debido a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Oriana Fallaci tomaría de nuevo su pluma y escribiría “La rabia y el orgullo” (2001), “La fuerza de la razón” y “Oriana Fallaci se entrevista a sí misma” (2004), textos que revelan una postura dura y controversial sobre el mundo árabe. Tan solo algunos años después de esa última publicación la escritora y periodista pide ser traslada a Florencia donde muere un 15 de septiembre de 2006 a los 77 años de edad.[7]

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