Primera Convención Feminista sobre los Derechos de la Mujer en EEUU
“Sin embargo, la lucha por la igualdad aún no ha
terminado. Los Techos de cristal y la frase ‘La
primera mujer en [...]’ todavía existen, y esto se
debe corregir. El tema de la igualdad de la mujer
no está abierto al debate. Por eso es que hago
un llamado al Senado para que se una a la
Asamblea y así lograr que las Medidas de la Ley
de Igualdad para las mujeres se conviertan en
ley.”

Carmen E. Arroyo
Miembro de la Asamblea de Nueva York

 

 

el 19 al 20 de julio de 1848, en Seneca Falls, Nueva York, EUA, se dio la primera Convención Feminista sobre los Derechos de la Mujer, llamada Convención de Seneca Falls.[1]En 1840, Elizabeth Cady se casó con Henry Stanton, uno de los más activos y prominentes abolicionistas. Ambos asistieron a la convención mundial antiesclavista en Londres de 1842, pero ella fue delegada y vetada para participar, como las otras seis mujeres presentes,[2]entre quienes estaba la también abolicionista Lucretia Mott. Ambas confirmaron su frustración por la falta de derechos de las mujeres, [3]e iniciaron una amistad que impulsaría la lucha sufragista en los Estados Unidos.

Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, indignadas por la prohibición que impedía a las mujeres hablar en una convención londinense contra la esclavitud, de regreso en los Estados Unidos se organizaron para congregar, en Nueva York, a cientos de personas de todo el país en la primera Convención Feminista sobre los Derechos de la Mujer. Juntas, exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para las mujeres, plasmándolos en la Declaración de Sentimientos y Resoluciones,[4] donde mantenían que “estas verdades son evidentes: todos los hombres y las mujeres son creados iguales”[5]

La Declaración de Sentimientos, como ellas la llamaron, también es conocida como Declaración de Seneca Falls. La base de este documento es la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, y en él se denuncian las restricciones, sobre todo políticas, a las que estaban sometidas las mujeres: no podían votar, presentarse a elecciones, ocupar cargos públicos, y asistir a reuniones políticas o afiliarse a alguna organización política[6]

Dentro de sus resoluciones, decidieron lo siguiente :[7]

  • Que la misma proporción de virtud, delicadeza y refinamiento en el comportamiento que se exige a la mujer en la sociedad, fuera exigido al hombre, y las mismas infracciones sean juzgadas con igual severidad, tanto en el hombre como en la mujer.
  • Que la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda la raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.
  • Que es deber de las mujeres estadounidenses asegurarse el sagrado derecho del voto.

La Declaración de Seneca Falls fue pionera en América y el mundo de la lucha por los derechos de la mujer. Muchas sufragistas se integraron desde diferentes lugares del mundo, dando una batalla conjunta por sus derechos y los de todas las mujeres. Mas, esta lucha aún no se gana. Si bien, en la mayoría de los países ya no se discute el derecho al voto, la situación de las mujeres en el mundo dista aún de ser equitativa. La actriz británica Emma Watson, embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, lanzó en junio de 2014 una campaña mundial de solidaridad, HeForShe,[8] que insta a los hombres y los niños a convertirse en aliados para lograr la igualdad de género[9]convertirse en aliados para lograr la igualdad de género . Por otro lado, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por los dirigentes mundiales en 2015, propone una hoja de ruta para lograr un progreso sostenible que no deje a nadie atrás. Uno de sus objetivos primordiales es lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. [10]

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