
María José Olesti
Vicepresidenta de The Family Watch
El 15 de julio se conmemora la entrada triunfal de Benito Juárez a la Ciudad de México, hecho que significó la victoria definitiva del pensamiento liberal y del proyecto de una República donde privaría el principio de igualdad ante la ley. [1]
Después de cuatro años de lucha contra la intervención francesa y después del fusilamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo fueron derrotados los últimos reductos de los conservadores y la ciudad de México fue retomada. Juárez, entonces, decidió reasentar el gobierno en la capital del país, arribando el 15 de julio de 1867. [2]
El momento de la entrada triunfal de Juárez fue de júbilo apoteósico: era una victoria que quizá nadie esperaba. Al fusilar a Maximiliano, los liberales demostraron un elemento fundamental: México no era terreno fértil para ambiciosos. Al subrayar nuestra soberanía durante la victoria de la Reforma, Juárez también dijo la famosa frase: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. [3]
En esa ocasión, los periódicos liberales El Siglo diez y nueve y El País volvieron a circular y describieron la entrada triunfal del gobierno juarista por las calles capitalinas, y el homenaje con flores del pueblo mexicano. El desfile del presidente Juárez y su reducido gabinete, constituido por Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias e Ignacio Mejía, había iniciado a las nueve de la mañana. En un carruaje abierto avanzaron por la calzada de Chapultepec y siguieron por el Paseo Nuevo de Bucareli. Más adelante, la autoridad civil, encabezada por el jefe político Juan José Baz y el Consejo Municipal provisional, presidido por Antonio Martínez de Castro, lo saludaron. Benito Juárez respondió a sus discursos y dijo:
“Tengo la convicción de no haber más que llenado los deberes de cualquier ciudadano que hubiera estado en mi puesto al ser agredida la Nación por un ejército extranjero. Cumplía a mi deber resistir sin descanso hasta salvar las instituciones y la independencia que el pueblo mexicano había confiado a mi custodia.[4]
Así era su carácter: honesto, sencillo, congruente, ajeno a todo encumbramiento de su persona.
[1] https://www.imer.mx/11-de-enero-de-1861-entrada-triunfal-de-benito-juarez-a-la-ciudad-de-mexico/
[2] https://doctrina.vlex.com.mx/vid/entrada-presidente-juarez-ciudad-684157773
[3] https://www.inah.gob.mx/boletines/6340-conmemoran-entrada-triunfal-de-juarez-a-la-ciudad-de-mexico-en-1867
[4] http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/7/15071867.html