Día Internacional de la Alfabetización
“La alfabetización no es un juego de palabras, sino la conciencia reflexiva de la cultura, la reconstrucción crítica del mundo humano, la apertura de nuevos caminos, el proyecto histórico de un mundo común, el coraje de decir su palabra”.

Paulo Freire
Pedagogo brasileño

 

La Conferencia General de la UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, durante su 14ª sesión celebrada el 26 de octubre de 1966, declaró el 8 de septiembre como Día Internacional de la Alfabetización. La conmemoración es para recordar la importancia de la alfabetización de las personas, así como de la necesidad de intensificar los esfuerzos para lograrlo. La idea surgió en la Conferencia Mundial de Ministros de Educación sobre la Erradicación del Analfabetismo que tuvo lugar en Teherán, Irán, del 8 al 19 de septiembre de 1965[1].

La alfabetización se define como un derecho para alcanzar el desarrollo individual y social, y es el eje de la educación. Por esta razón, se convierte en un elemento esencial para erradicar la pobreza, lograr la igualdad de género, y elaborar vías para generar condiciones de paz y democracia[2].

De acuerdo con datos arrojados por la UNESCO se estima que, a escala mundial, al menos 773 millones de jóvenes y adultos no saben aún leer ni escribir y 250 millones de niños no desarrollan las capacidades básicas de cálculo, lectura y escritura. El efecto repercute en la exclusión de jóvenes y adultos que no logran integrarse plenamente a sus comunidades y entornos sociales[3]. Así que la UNESCO elaboró un proyecto para la alfabetización de jóvenes y adultos (2020-2025), donde se toman en cuenta las necesidades de los grupos menos favorecidos, como mujeres y niñas. De igual manera, se emplean tecnologías digitales para lograr mejores resultados en la enseñanza y el aprendizaje.

Igualmente, los miembros de la ONU se comprometieron a través de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en específico a partir del Objetivo 4, a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad; además de promover diversas oportunidades de aprendizaje permanente para todos. El objetivo es la adquisición por parte de todos las y los jóvenes, y una proporción sustancial de los adultos, de aprender las competencias de lectura, escritura y aritmética[4].

Asimismo, los gobiernos se fijaron velar que todas las y los niños terminen los ciclos de enseñanza primaria y secundaria de manera gratuita, equitativa y de calidad. A la par, se debe asegurar el acceso de igualdad para los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria[5].

A nivel mundial, se organizará un evento los días 8 y 9 de septiembre de 2022 en Costa de Marfil bajo el lema “Transformar los espacios de aprendizaje de la alfabetización”. La actividad representa una oportunidad para analizar y explicar sobre la importancia de los espacios de aprendizaje que deben garantizar una educación de calidad e inclusiva para todos[6]. Hay que recordar que, por la pandemia, es posible que casi 24 millones de estudiantes no regresen a la educación formal, de los cuales, se prevé que 11 millones sean niñas y mujeres jóvenes. Para garantizar que nadie se quede atrás, debemos enriquecer y transformar los espacios de aprendizaje existentes a través de un enfoque integrado y permitir el aprendizaje de la alfabetización en la perspectiva del aprendizaje permanente.

Respecto al tema, México cuenta con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), el cual trabaja para alcanzar la “alfabetización plena” con base en los estándares internacionales establecidos por la UNESCO. El objetivo es impulsar la alfabetización de las personas que aún no saben leer ni escribir se cuenta con el Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT). Éste cuenta con reconocimiento internacional y se caracteriza por ser accesible y flexible, pues responde a una población objetivo muy diversa, conformada por adultos mayores, comunidades indígenas, trabajadoras del hogar, madres solteras y personas con alguna discapacidad, quienes representan los sectores sociales más vulnerables a los cuales el INEA busca brindar y acercar sus servicios a través de estrategias focalizadas[7].

La enseñanza alfabetización de los jóvenes y adultos se examinará de qué manera la alfabetización puede contribuir a construir cimientos sólidos para una recuperación basada en el ser humano, haciendo hincapié en las interacciones entre la alfabetización y las competencias digitales que necesitan los jóvenes y adultos no alfabetizados. Asimismo, sacará provecho de los factores que propician que la alfabetización se base en la tecnología inclusiva y útil, para que nadie quede rezagado. De este modo, este Día representa una oportunidad para repensar el futuro de la enseñanza y el aprendizaje en el ámbito de la alfabetización, en el contexto de la pandemia y más allá de esta.[8]

La alfabetización, permite a los gobiernos y comunidades civiles, estar más cerca de esos objetivos, ya que al disminuir tanto el analfabetismo lingüístico como el digital, se le brinda las herramientas necesarias a los seres humanos para que logren una mejor calidad de vida, bien sea por medio de un empleo formal o la creación de un emprendimiento.

Igualmente, el Instituto Nacional de Telecomunicaciones cuenta con el Programa de Alfabetización Digital, cuyo propósito durante el 2022, es proveer de habilidades a los participantes que les permitan involucrarse en el entorno digital. La intención del proyecto es reducir la brecha digital y promover el conocimiento e información que les permita elegir adecuadamente al contratar servicios y usar equipos de telecomunicaciones. También explicar y sensibilizar a los usuarios sobre sus derechos digitales, los beneficios de la utilización de los servicios y equipos de telecomunicaciones y TIC, así como la labor del Instituto en la materia y las herramientas digitales desarrolladas en su favor[9].

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