Día Mundial de las Habilidades de la Juventud
“Hoy celebramos la resiliencia, el empuje y la innovación de la juventud en tiempos de COVID-19. Para recuperarnos mejor, debemos abordar las disparidades y los retos a los que desde hace tiempo se enfrenta.”
 
António Guterres
Secretario General de la ONU
 
 

El 18 de diciembre de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), mediante su resolución A/RES/69/145, designó el 15 de julio como Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, cuyo fin es sensibilizar sobre la importancia de invertir en el desarrollo de las habilidades de la juventud [1].

El principal objetivo de esta conmemoración es fomentar y reconocer la adquisición de habilidades de las y los jóvenes y mejorar su capacidad para tomar decisiones con conocimiento de causa en relación con la vida y el trabajo, empoderándolos a la vez para poder acceder a un mercado laboral en evolución [2].

De acuerdo con datos arrojados por la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU), en la actualidad hay alrededor de mil 200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años: representan el 16 por ciento de la población mundial. Su participación en el desarrollo sostenible es primordial para lograr sociedades equilibradas, inclusivas y estables ante las metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En todo el mundo, las y los jóvenes son claves para evitar las peores amenazas y desafíos del presente y el futuro, como pueden ser los impactos del cambio climático, el desempleo, la pobreza, la desigualdad de género, los conflictos y la migración. Lamentablemente, en comparación con los adultos, la juventud tiene casi el triple de probabilidades de estar desempleados y realizar trabajos de baja calidad, enfrentarse a desigualdades en el mercado laboral y vivir inseguridad ante la transición de la escuela a un puesto de trabajo. De hecho, es preciso crear al menos 475 millones de nuevos empleos en la próxima década para absorber a los 73 millones de jóvenes actualmente desempleados y a los 40 millones que ingresan anualmente al mercado laboral [3].

Ante esta demanda, la educación y la formación son cruciales: lograr un espacio de trabajo digno es más complejo sin ellas. Desafortunadamente, los sistemas de hoy no responden a las necesidades de aprendizaje de gran cantidad de jóvenes, y los sondeos sobre resultados académicos y formación revelan la existencia de un elevado número de adolescentes con niveles bajos en aptitudes y competencias básicas de alfabetización y cálculo [4]. Al respecto, la Agenda 2030 señala[5]:

Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Dentro de este objetivo se presta gran atención al desarrollo de competencias técnicas y profesionales, específicamente en lo que se refiere al acceso a una enseñanza y formación técnica y profesional asequible y de calidad; la adquisición de competencias técnicas y profesionales con miras al empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial; la eliminación de las disparidades entre los géneros y la garantía de acceso de las personas vulnerables.

En México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reconoció el 15 de julio de 2019 la importancia de las juventudes y su potencial para transformar el desarrollo nacional a través de sus talentos, creatividad, trabajo y esfuerzo cotidianos para el cumplimiento y protección de sus derechos. Por tal motivo consideró indispensable impulsar su participación en el desarrollo del país, ya que tienen en sus manos el poder de erradicar la pobreza, de participar en la lucha contra el cambio climático y de comprometerse con la igualdad de género, la inclusión social y la construcción de la paz.[6]

Para contribuir con ese cometido, México cuenta con el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), el cual opera diversos programas. Uno de ellos, Emprendedores Juveniles, busca propiciar la generación de empleos mediante el apoyo, orientación, atención y acompañamiento a jóvenes, para la creación y/o fortalecimiento de sus empresas[7].

Asimismo, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) creó el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Con él se busca atender a las y los jóvenes de entre 18 y 29 años que no pueden estudiar o trabajar, vinculándolos con empresas, talleres, instituciones o negocios para el desarrollo o fortalecimiento de su talento, hábitos laborales y competencias técnicas; herramientas que les servirán para incrementar sus posibilidades de encontrar a futuro un empleo o un espacio en algún centro de estudios[8]. Tanto la educación como contar con un medio de sustento digno son dos derechos fundamentales; por esa razón es imperativo que los gobiernos puedan apoyar con políticas sociales y económicas a la juventud para que los ejerzan.


[1] https://undocs.org/es/A/RES/69/145
[2] https://www.gob.mx/imjuve/prensa/dia-mundial-de-las-habilidades-de-la-juventud-23870
[3] https://www.un.org/es/observances/world-youth-skills-day
[4] https://www.un.org/es/observances/world-youth-skills-day
[5] https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/
[6] https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2019-08/Com_2019_310.pdf
[7] https://www.gob.mx/imjuve/prensa/emprendedores-juveniles-son-apoyados-con-cerca-de-900-mil-pesos-22632
[8] https://jovenesconstruyendoelfuturo.stps.gob.mx/

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