Masacre de Srebrenica durante la guerra de Bosnia
“No debemos olvidar nunca estas víctimas,
porque si lo hacemos, volveríamos a
matarles por segunda vez.”

Valentin Inzko
Alto representante internacional en
Bosnia

 

El 11 de julio de 1995 sucedió uno de los peores episodios de la sangrienta guerra de Bosnia (1992-1995), considerado la mayor tragedia humanitaria en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Ese día, las fuerzas serbobosnias invadieron con tanques a Srebrenica, obligando la huida de decenas de miles de refugiados a las montañas o al campamento de las fuerzas de paz de la ONU en Potocari, en el norte de la ciudad.[1]

Todos buscaban refugio y protección, pero pocos lo consiguieron. Fueron asesinados más de 8 mil prisioneros musulmanes, principalmente hombres y jóvenes; más de 30 mil niños, ancianos y mujeres fueron expulsados de sus hogares. Los cadáveres fueron enterrados en fosas comunes[2].

Esta terrible matanza ocurrió bajo las órdenes del comandante Ratko Mladic, quien fue condenado en 2017 a cadena perpetua por el Tribunal Penal Internacional de La Haya: se le consideró culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad durante la guerra de Bosnia.[3]

Antecedente histórico de la masacre es la caída de Yugoslavia, a partir del 1991, cuando las repúblicas de Eslovenia y Croacia declararon la independencia. Los líderes nacionalistas bosnios y serbios, como Radovan Karadzic y Slobodan Milosevic, se propusieron crear un territorio poblado sólo por serbios. En el caso de Bosnia, esto derivó en un intento de limpieza étnica de bosniacos o bosnios musulmanes.[4]

Entre 1992 y 1995 el territorio estuvo en guerra, y durante esos cuatro años se cometieron diversas violaciones a los derechos humanos de los grupos más vulnerables o perseguidos: ejecuciones en masa, y campos de concentración, en donde muchas mujeres y niñas fueron sometidas a violencia sexual y abuso. El sitio de Sarajevo, uno de los crímenes de guerra más terribles de la historia mundial contemporánea, duró más de mil días ―del 5 de abril de 1992 al 29 de febrero de 1996― y tuvo como trágico saldo 12 mil muertos y 50 mil heridos. Además, provocó el desplazamiento forzoso de unas 20 mil personas hacia Srebrenica, una de las seis áreas aseguradas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las cuales demostraron no ser efectivas.[5]

Lamentablemente, en esta ocasión la ONU fue protagonista. Fue evidente la ineficacia del batallón holandés Dutchbat, perteneciente a la misión de paz de las Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (UNPROFOR, siglas en inglés). Thomas Karremans, el oficial de enlace, fue amenazado por Mladic en la reunión que mantuvieron en un hotel de Bratunac, y cedió a las exigencias serbias. Incluso se tomaron una foto juntos, hoy vergüenza de las autoridades internacionales. Mientras visitaba el campamento bosnio, Mladic se dejó grabar por la televisión serbia, apareciendo como un pacífico libertador, tranquilizando a los refugiados, a quienes garantizaba su transporte a una zona de control bosnio. La realidad fue muy diferente: en cuanto las cámaras dejaron de filmar, y bajo el pretexto de buscar criminales de guerra, mil 700 hombres de entre 16 y 77 años fueron aislados de los 25 mil refugiados, conducidos a las afueras y ejecutados.[6]

Posteriormente, estos crímenes fueron juzgados por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY): sentenció al exgeneral serbio Radislav Krstic a 35 años; a Vidoje Blagojevic a 15; a Vujadin Popovic y a Ljubisa Beara a cadena perpetua; a Drago Nikolic a 35 años; a Ljubomir Borovcanin a 17; a Vinko Pandurevic a 13, a Radivoje Miletic a 19, y a Milán Gvero a 5 años de prisión. El expresidente serbio Slobodan Milosevic también fue acusado por el genocidio de Srebrenica, pero murió en prisión sin haber terminado su proceso judicial. Como ya mencionamos, pero es importante reiterar, Ratko Mladic, el Carnicero de Bosnia, en 2017 recibió su sentencia, a los 74 años de edad: cadena perpetua. El TPIY lo encontró culpable de diez de los 11 cargos en su contra, incluyendo genocidio, exterminio, asesinato, traslado forzado y crímenes contra la humanidad.[7] Hasta 2019, 45 serbios habían recibido un total de 699 años de prisión por los diferentes casos relacionados con el Genocidio de Srebrenica ante diferentes tribunales.[8]