
El 18 de enero de 2019, entre las 14:30 y 15:30 horas, se detectó una toma clandestina en el Poliducto propiedad de Petróleos Mexicanos (PEMEX), en la cual alrededor de 8 personas estaban recolectando hidrocarburo; posteriormente, a los quince minutos, se propagó la noticia por las redes sociales y, en el contexto del desabasto de gasolina que imperaba en el país, más de ochocientas personas llegaron a la zona; la presión del ducto provocó que la fuga aumentara, expulsando el combustible en una columna de más de diez metros de altura; a pesar que arribó un contingente con elementos de la entonces Gendarmería, la Secretaría de la Defensa Nacional (DEFENSA) y la Policía Militar, fue insuficiente para mantener alejada a la población y, a pesar de haberse cerrado las válvulas del ducto, a las 18:52 horas se produjo un incendio de grandes dimensiones que tuvo como resultado el deceso de 138 personas por quemaduras, incluyendo 13 adolescentes y 10 mujeres, así como 13 personas lesionadas.